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lunes, 27 de mayo de 2013

¿Cómo y quiénes se beneficiaron de la estafa de la LOGSE? La generación estafada (y 7)



 
Acabamos hoy esta serie sobre la LOGSE planteando las razones que explican que esta ley se haya sostenido en el tiempo. Y la principal razón fue justamente la que aducía Ángela Merkel en nuestra entrada anterior, la incapacidad de toda la sociedad de sustraerse al ambiente. La enorme fuerza de la ideología dominante en ese momento, como explicamos en la entrada anterior, tuvo un peso decisivo a la hora de movilizar a miles de personas en defensa de la ley. Pero además, influyeron otras razones utilitarias, tanto por parte de los docentes como entre los propios padres y alumnos (los usuarios del sistema) que hicieron que la ley se mantuviera (y en su esencia se mantenga bajo el disfraz LOMCE) durante tanto tiempo. Examinaremos hoy estas dos cuestiones.



Porque lo cierto es que la ley cayó mal entre el profesorado de los institutos de bachillerato. Durante el debate previo (la fase que se llamó del libro blanco) se ignoraron, como siempre, las ideas de los profesores contrarios (mayoritarios en los claustros) y se dio cancha a las opiniones sindicales.  Lo cierto es que desde que se instauró la ley sobre 1993-1994, se produjo un ambiente de absoluta desmoralización docente y, llenas las aulas de alumnos que hasta entonces no acababan la primaria, el profesorado entendió que en la práctica, la base de la ley consistía en bajar los niveles de conocimientos para que los alumnos pudieran aprobar. De otra forma, el fracaso escolar sería de niveles estratosféricos, pues no llegaría ni a la mitad el número de aprobados.



Pero para entender cabalmente lo ocurrido hay que retrotraerse unos cuantos años. Yo, como muchas otras personas, afortunadamente, di clase en los últimos años del BUP y viví en primera persona los años de transición hasta que la LOGSE se implantó definitivamente. Es por ello que creo que estas reflexiones pueden ser útiles, sobre todo a profesores que no han conocido, ni siquiera como alumnos, lo que fue el BUP.



Hasta entonces (años ochenta del siglo pasado) los profesores de Bachillerato recibían a un porcentaje de alumnos que rondaba según las zonas de mayor o menor nivel sociocultural entre el 30 y el 70% de los niños matriculados en EGB. El profesorado de FP recibía, básicamente, a los alumnos que no habían aprobado la EGB, lo que suponía en la práctica de un 20% a un 40% de la población en edad escolar. Los maestros soportaban en los colegios a repetidores recalcitrantes de 6º, 7º u 8º de EGB hasta los catorce años o más. Un gran grupo de personas abandonaban el sistema educativo con catorce años, sin haber superado el 6º de EGB. Podíamos decir que entre el 15% y el 25% de los menores de 16 años, estaba por las calles, en plenos años ochenta, trabajando o fumando porros. Imagínese por tanto el profesor actual su clase de ESO sin el 60% de los malos alumnos que ahora contiene. Obviamente, sería un paraíso, ¿a que sí? Sigamos con el recuerdo del pasado. ¿Cuántos alumnos llegaban a la universidad? Pues también un 60% menos aproximadamente. Eso quiere decir que el nivel medio de los estudiantes en las universidades era superior, por razones obvias.



Al entrar los alumnos repetidores de la EGB (con toda la problemática personal y social que eso conllevaba), al ingresar en los institutos de BUP todo el alumnado que rompía las puertas de los institutos de FP (literalmente), las clases cambiaron en un solo curso su fisonomía. La disciplina pasó a ser la cuestión central y los conocimientos fueron suplantados por aquello de la evaluación en procedimientos y actitudes que los profesores ridiculizaban, pero aplicaban al fin y al cabo. Había que intentar atender a todos en la misma aula porque entonces el PSOE triunfante no admitía ni la diversificación, ni los desdobles ni todos los eufemismos y trucos que luego inventó. Todo eso llegó luego. Entonces había que atender a todos juntos. Y ¿cómo hacerlo si no era bajando los niveles cuando se tenían mil niños que no sabían nada? Pues así se adaptó el profesorado al ambiente. Algo mejor que Ángela Merkel, desde luego.



Pero ahora pensemos. Si se reimplantara el BUP, habría problemas, claro, pero no los que se sufren hoy. Muchos dirán (y con razón) "claro, si hubiese un 60% menos de alumnos, las clases serían mejores, pero... también sobrarían el 60% de los profesores que hay en los IES". Y esto es incuestionablemente correcto. Y un porcentaje importante de profesores tendría que estar todo su horario en los FP, soportando a los peores alumnos, mientras en los institutos otros profesores (los de bachillerato) vivirían mucho mejor. Y en los colegios, los maestros volverían a recibir a los alumnos repetidores de EGB (lo peor de lo peor) con todo lo que eso conlleva. Y en la universidad, los profesores perderían el 60% del alumnado, lo que supondría en la práctica el cierre de todas las universidades de bolsillo surgidas en Almería, Castellón, Alcorcón o Jerez y el despido de miles de profesores 
Quizá ahora podamos comprender quienes salieron ganando y cómo con el cambio legislativo. Los que más ganaron fueron los nuevos profesores univesitarios, que pasaron a tener un trabajo donde no lo había. Miles de alumnos que hacían FP pasaron a ser universitarios dando lugar a miles de  plazas de profesor. Lamentablemente, estas plazas fueron en muchos casos surgidas al hilo del poder autonómico y por ella el acceso a las mismas estuvo vinculado al poder político, sobre todo en carreras como Derecho, Ciencias políticas o Económicas. Esa ha sido y es la cantera de la casta politica española que hoy nos dirige. Y si no lo creen, observen el currículo de nuestros diputados (sobre todo del PSOE) como Zapatero o Carmén Chacón.  De militante a profesor universitario para luego ser político profesional. ¿Cómo iban a estar en contra de la LOGSE?

 



Los segundos más beneficiados fueron los maestros. ¿Pero cómo?, dirá alguien, si resulta que perdieron dos de los ocho cursos. Sí, pero perdieron por fin y para siempre a los alumnos conflictivos. Ya no tienen alumnos de más de 160 centímetros ni de más de 65 kilos. Esos se fueron a los institutos para no volver jamás. Bastaba con aprobarlos. Además los maestros que quisieron, pudieron ascender marchándose a los institutos aumentando su salario. Además, ganaron alumnos de Infantil, muy trabajosos, pero manejables. Salieron miles de plazas de maestro de Infantil. Desde entonces, eso ha sido así siempre, porque al cabo de varios años, todos los que aprueban por Infantil piden el traslado a Primaria con lo que para Primaria nunca hay plazas. Es importante señalar que desde la transición, los maestros copan los puestos de responsabilidad en los sindicatos de clase por razones que otro día explicaremos. Es decir, de sindicalista a maestro, para luego volver a ser sindicalista o político (algunos). ¿Cómo iban a estar en contra de la LOGSE?

 

 Los terceros más beneficiados fueron los profesores de FP que se vieron equiparados con los profesores de Bachillerato (cuando hasta entonces eran oposiciones distintas de 50 y 85 temas respectivamente) y pudieron pedir traslado a los antiguos institutos de bachillerato donde los alumnos no eran conflictivos. ¿Cómo iban a estar en contra de la LOGSE?



Los cuartos y más grandes beneficiados fueron los interinos. Al amparo de la LOGSE, como ley orgánica se convocaron miles de plaza para satisfacer a profesores que tras diez o veinte años de servicio habían sido incapaces de aprobar una oposición nunca. En un examen de 20 puntos, 10 eran por antigüedad. Yo mismo, con un 9'55 no aprobé en 1993 mientras mi vieja profesora de Literatura aprobaba con un 4. Esos miles de personas, que también copaban los sindicatos, desequilibraron el cuerpo de profesores de bachillerato hacia la ignorancia y la falta de conocimientos. Si ellos mismos habían aprobado suspendiendo, ¿cómo iban a ser rigurosos con los alumnos que tenían que evaluar? Lo importante acabó siendo ser  buenas personas y ayudar a los demás. ¿Cómo iban a estar en contra de la LOGSE?



Los quintos más beneficiados fueron los pedagogos, que de no existir en los centros pasaron a ser los mentores, los gurús y comisarios políticos de los cambios. Eran ellos quienes, provenientes del cuerpo de maestros, podían ahora hacer y mandar sobre aquellos compañeros que en el bachillerato les habían superado en notas y capacidad. Ahora tenían la sartén por el mango. Miles de plazas salieron para ellos. ¿Cómo iban a estar en contra de la LOGSE?



Los perjudicados fueron dos. Los primeros, los profesores de bachillerato, que se vieron igualados con los de FP y además tuvieron que soportar alumnos de un tipo al que jamás se habían enfrentado. Cualquier profesor actual puede imaginarse esto simplemente con suponer que los peores alumnos de su clase, esos que les dan pesadillas, les dijeran que no van a volver nunca. Reacción: creemos que ha llegado el cielo a la tierra. Ahora el caso inverso. Tras tres meses de no venir a clase, esa turba multa hace de nuevo irrupción en el aula. Reacción: delirium tremens. Pues eso es lo que pasó.



Los segundos y más perjudicados, los destruidos, fueron los catedráticos. El PSOE aprobó una norma que deshacía su cuerpo (hasta entonces era una oposición distinta de 100 temas, una bola). A partir de la LOGSE estos pobres seres (que hasta entonces eran rutilantes Jefes de departamento vitalicios por ley y por las oposiciones) se encontraron con que se podía acceder a la cátedra simplemente por tener una antigüedad de 8 años y presentar una memoria. Eso fue el acabóse del cuerpo. En los antiguos FP's hubo hasta catedráticos que no tenían la carrera hecha. Y esto es una realidad. La desmoralización cundió entre estos dos colectivos. ¿Cómo iban a estar a favor de la LOGSE? Pero eran menos que los demás y además eran vistos como los privilegiados del sistema. ¿Por qué no acabar con los privilegios? Al fin y al cabo, el socialismo no reconoce los privilegios.



La acción de los políticos, los inspectores y los pedagogos como comisarios políticos en los centros hizo el resto. La enseñanza cambió iniciando un proceso de degeneración que nos llevó a la sima de ignorancia a la que ha conducido a España, donde un universitario comete frecuentes errores ortográficos o no conoce elementos básicos de la historia de España o del mundo. Esa fue la realidad.



 

¿Y la sociedad qué hizo? Pues todos se acomodaron al ambiente porque también tuvieron sus compensaciones materiales. Los alumnos, que eran aprobados sin esfuerzo… ¿cómo iban a protestar? Los alumnos a los que se ponía un 10 y merecían un 7 ¿cómo iban a protestar? Los alumnos díscolos a los que cada día se les consentía más y más… ¿cómo iban a protestar? Y esos padres que veían que sus hijos progresaban adecuadamente en primaria y luego llegaban a ESO y a Bachillerato, arrastrando una o dos, pero pasando un curso tras otro se plantaban en la universidad. Y allí conseguían una beca y luego se iban al extranjero con la beca Erasmus y luego titulaban. Y al final eran los primeros licenciados de su familia. Cien generaciones hasta obtener un título universitario. ¿Y quién iba a decir que al final un título no era tan difícil a condición de que se estudiase? Valía la pena votar por estos políticos que habían hecho un sistema educativo tan bueno que además, según decían, había dado lugar a la generación mejor preparada de la historia.Al final, todo volvía a su punto de partida, los políticos que hicieron  posible este milagro. Y como en las estafas piramidales, así siguió (y sigue) toda esta historia hasta que llegó la crisis y se vino abajo el castillo de naipes. Entonces, el sistema hizo crisis y sus supuestos beneficiarios (sus estafados, mejor dicho) formaron el 15-M porque sus títulos no valían nada. Pero esto ya es el objeto de otra de nuestras series.



Las conclusiones de todo esto son demoledoras:



1- La LOGSE benefició a unos colectivos en detrimento de otros. Los beneficiados fueron los más cercanos al poder político. Los profesores de universidad por su militancia en los partidos políticos (fundamentalmente en el PSOE) que detentaban el poder autonómico. Los maestros y los interinos por su dominio de los sindicatos UGT y CCOO, Los perjudicados los más alejados del mismo.



2- La razón por la que el profesorado apoyó la ley tuvo relación con el apoyo a las ideas progresistas insufladas desde el PSOE y con la mejora de sus condiciones de trabajo. Se produjo una patrimonialización de la plaza de funcionario.



3- La LOGSE, implementada en la práctica por los entonces oscuros técnicos del ministerio (Rubalcaba y Barroso, marido de Carmén Chacón) fue meditada con precisión fría y resultó por ello un éxito absoluto. Se implantó con una escasísima oposición y durante décadas les ha servido para hacer demagogia acerca de su bondad social.



4-La LOGSE solo será derogada tras un cambio generacional decisivo. Las generaciones posteriores (a izquierda o derecha), los nacidos en los años sesenta, setenta y ochenta no han sido capaces de impulsar y hacer hegemónico un discurso que rompa con la ideología afín al PSOE creada por la generación nacida entre 1945 y 1955.

4 comentarios:

José Manuel dijo...

Magnífico análisis, Eduardo. Afortunadamente, fui alumno de BUP y COU. Por aquellos años (1995-96)se instauró la secundaria en el otro instituto de mi pueblo. Allí acudían los alumnos que habían obtenido el graduado con más pena que gloria (los peores alumnos de mi clase de octavo). Pero lo curioso del caso es que en la facultad volvimos a encontrarnos y, no solo eso, sino que tuve compañeros de promoción en mi carrera que jamás entendí cómo pudo terminarla. Recuerdo el panorama de 1º de filología hispánica: los profesores tuvieron que bajar el nivel porque había alumnos que no sabían escribir, ni resumir, ni poner las tildes ni...
Lamentable. A mi me molestaba bastante esta situación. De hecho me avergonzaba de que cualquiera podía sacarse mi carrera.
Por otro lado, me topé con profesores incompetentes que hicieron que determinados periodos, por ejemplo, de la historia de la literatura quedaran sin estudiarse. Menos mal que la oposición ha servido un poco de filtro. Aunque ni eso, pues conozco a muchos zocotrocos que están dando clase en los institutos.Lástima que haya otros compañeros mucho más capaces en el paro o lástima por esos crack de la filología y la lingüística que ahora están en bachillerato o estudiando en la universidad que acabarán, si el panorama no cambia, trabajando en el Mc Donald, en el mejor de los casos.

Eduardo López Prieto. IES Javier de Uriarte (Fuentebravía) dijo...

Gracias por participar una vez más en el debate. Efectivamente, Jose, coincido con lo que dices. La oposición ha servido como filtro para algunas personas, pero no para otras que, como sabemos, obtuvieron la plaza en el proceso 2008-2010 gracias a sus puntos. Los que aprobaron por mériros propios hubieran obtenido la plaza igual en otras circunstancias. Si la oposición hubiera sido más dura, los hubiera obligado a prepararse mejor y saber más. Eso, que es lo que no quieren ver los sindicatos, sí hubiera sido la manera de mejorar el sistema educativa al estilo finlandés: detectando a los mejores de forma exigente. Eso es lo que pedimos en todos los ámbitos de la educación (desde los colegios a las oposiciones) y es la única y verdadera llave del futuro. Un saludo cordial y nos seguimos viendo por aquí.

Anónimo dijo...

Personalmente sufrí en carne propia estudiar en la Universidad con los primeros hijos de la Logse siendo yo alumno de BUP y COU pues durante un periodo de tiempo no cursé estudios ya que me puse a trabajar. Fue una experiencia "lisergica". Uno de mis compañeros de carrera, que escribía cavayo en vez de caballo, pues yo lo vi claramente en sus apuntes, ha terminado sacandose nada más y nada menos que un doctorado. Un digno hijo de la Logse que con un 7 reclamaba en los despachos de la Facultad que le otorgaran la Matrícula de Honor que ni por asomo me atrevía yo a solicitar teniendo en las mismas pruebas notas superiores al 9'5. Lo dicho, experiencia "lisergica"
Ayer hice un examen a un grupo de 25 alumnos. Conocían la existencia de la prueba con un mes de antelación. Tenían la documentación para dicha prueba desde hace más de 5 meses. Han suspendido TODOS. La prueba era de risa, mi hijo con 5 años menos que estos alumnos la hubiese hecho de calle.....
Personalmente cada vez creo más firmemente que la solución a esto no es otra que terminar con la escuela pública como tal y el que quiera estudiar, que lo pague. Que cueste dinero de alguna forma, y que al igual que se están implantando medidas de pago en la sanidad, con mayor urgencia, se instauren en la educación obligatoria para salvarla del cancer mortal que la acosa que lo único que hace es terminar con la vocación de los que si nos gusta nuestro trabajo y no lo hacemos simplemente por la contraprestación económica que supone; y por el bien de los que sí quieren estudiar y tienen capacidad para ello. Espero que no me tenga que operar a vida o muerte un alumno de la Logse, de esos tan bien formados.... o que mi casa no la diseñe un arquitecto de la Logse.... A mis hijos, si puedo, los mandaré a estudiar al extranjero, a una Universidad de verdad, ya me quitaré de algún lado para que tengan un futuro.

Saludos

Eduardo López Prieto. IES Javier de Uriarte (Fuentebravía) dijo...

Hola, anónimo y bienvenido al blog: Sobre las experiencias lisérgicas, cabe decir que quienes nos dedicamos a esto desde antes del año 97, las hemos tenido de todos los colores, por supuesto.

El otro tema que planteas, el del copago, me parece una idea a tener en cuenta. Un puesto de ESO cuesta en torno a los 5.000 euros de media al año. El Estado lo ofrece gratis y efectivamente muchas personas (padres y alumnos) no conocen este dato. Creo que en un futuro inmediato realizaremos una entrada sobre la cuestión escuela pública, escuela privada y copago. Saludos y gracias por participar.